Mejor no hablar...

Hoy, viernes 7 de noviembre de 2008, mejor no hablar de otra loca noche en nuestro Senado… Señoras y señores, anoche nuestros representantes votaron el pase al Estado de todas las jubilaciones. Tras un áspero debate, por momentos caliente, el oficialismo logró la media sanción del proyecto. Obtuvo 160 votos contra 75. Es el primer paso legislativo para poner fin al sistema de AFJP. El tema pasa ahora al Senado… pero parece que esta vez no habrá desempate heroico de Cleto…

Mejor no hablar de choques trascendentes… como ya no habrá ningún River-Boca en el horizonte, sigamos con la política. Se viene el primer encuentro entre Obama y Bush para discutir la transición en EE.UU. Se verán el lunes en la Casa Blanca y estarán las esposas de ambos. Los dos principales temas serán la crisis financiera y la guerra en Irak.

Mejor no hablar de esos piratas que siguen provocando… La noticia es que los ingleses siguen avanzando por la autonomía de las Islas Malvinas. La Reina aprobó la nueva Constitución de las islas, que le otorga más poder al gobernador y aleja más la discusión por la soberanía, que reclama nuestro país. Por eso, hubo una dura reacción de la Cancillería argentina.

Mejor no hablar de nuestra golpeada educación porteña. El bolonqui no se termina más: 3 de los 17 sindicatos docentes resolvieron ayer reinstalar la carpa frente a la Jefatura del Gobierno a partir del lunes próximo. Y amenazan con tomar medidas de fuerza, al no haber alcanzado un acuerdo con las autoridades, durante la reunión que mantuvieron ayer. Y ojalá la carpa tenga pupitres y pizarrón, porque si la cosa sigue así, hasta febrero va a haber que estudiar… donde sea…

Mejor no hablar de "epidemias ocultas". Hoy se habla de un boom de las obsesiones. Parece que cada vez hay más consultas por las obsesiones, que a la gente le da vergüenza de contarlas, pero muchos piden ayuda. Según datos publicados hoy, unas 800 mil personas padecen de Trastorno Obsesivo Compulsivo en la Argentina. Y vamos con el ranking de obsesivos: 1) los "lavadores y limpiadores", que como sienten que pueden contaminarse se lavan repetidamente las manos; 2) los "ordenadores", que sienten la necesidad de ordenar según pautas rígidas, y 3) los "verificadores", que sienten que deben inspeccionar todo para evitar una catástrofe